Bitácora de Sara Castelar y Benjamín León en La Rioja

rioja_01“Aún cantan los gallos al amanecer en Medinaceli”, con estas palabras en un austero monumento se recordaba al poeta Ezra Pound en el pueblo del Cid, en Medinaceli, quizás por el conocido reconocimiento que él le había entregado a la poesía provenzal en su visión y proyección poética, y a la vez por ser un monumento valorado por quien acompañara a Pound hasta sus últimos años. El poeta debe hacer de la poesía una experiencia vital, y no sólo un ejercicio lingüístico en pro del poema, más bien, ha de tener una implicación con el mundo a partir de la poesía. Por este motivo, estar ante un monumento a Ezra Pound, era encontrarnos frente a uno de los ejemplos más significativos de lo que debe ser un poeta. Habíamos viajado toda la noche, pues siendo las dos de la madrugada del día sábado 26, y dada mi ansiedad por estar en La Rioja, decidimos aventurarnos a los cerca de 900 kms en una expedición nocturna. Fue así como a media mañana del día sábado 26 de julio nos encontramos en Medinaceli. No pudo haber un mejor anticipo para nuestra llegada a La Rioja.

Presentación en Autol
Presentación en Autol

Entrando por el Valle del Cidacos, no dejamos de asombrarnos de la belleza de sus bosques, que parecían extraídos de cuentos de hadas, pero en un contexto moderno. Las serpenteantes curvas y lo angosto del camino en medio de tanto árbol y los reiterados letreros sobre las huellas de los dinosaurios, no dejaban de impresionarnos. El camino que abría su paso por pequeños túneles, que parecían cuevas en medio de los rocosos cerros, nos llenaba de asombro. La belleza del lugar que nos daba la bienvenida nos preparó para la calidez humana de los riojanos con quienes en unos minutos nos encontraríamos.

El pueblo de Autol nos recibió con su impresionante monumento natural del Picuezo y la Picueza, y luego, en un costado de la calle principal, el reencuentro después de casi un año con mi amigo, el poeta – pastor, Adrián Pérez Castillo. La calidez de su familia se hizo sentir inmediatamente, pues nos recibieron con un almuerzo que nos devolvió las energías dejadas en el extenso viaje, además del excelente vino que alegró irremediablemente nuestros poéticos corazones.

Recital en Arnedo
Recital en Arnedo

El día domingo 27 de julio, fue un recorrido por los lugares de Adrián, sendas de dinosaurios y sus respectivas huellas petrificadas, castillos y monasterios, campos que resuenan en su poesía, pero que ahora nos eran conocidos a los ojos.

El día lunes 28 de julio, dada la proximidad limítrofe, retomamos la carretera y nos dirigimos a Francia, donde recorrimos algunos pueblitos costeros del cantábrico y la ciudad de Bayonna, que acunó algún poema nacido en sus calles o al borde de sus ríos. Regresamos al atardecer del día martes 29 de julio, con cierto cansancio por el viaje, pero reconfortados por la hermosura de los paisajes andados y por la experiencia de este otro lugar.

Tertulia en el colegio La Estación
Tertulia en el colegio La Estación
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Conferencia poesía Andina y Etnoliteratura

El mismo día martes 29 de julio, a eso de las ocho de la noche, fue memorable, teníamos la oportunidad de encontrarnos en una tertulia cerrada con la “Asociación de amigos de la poesía de La Rioja Baja”, institución que hace dos semanas presidía nuestro amigo Adrián Pérez. El encuentro fue un ramo en primavera, la luz de la poesía se extendió en todos los puntos cardinales del colegio “La Estación” que nos cobijaba. Por casi dos horas, unas diecisiete personas hablando el lenguaje más puro y universal de los hombres, era el mejor contexto para el inicio de nuestra poética semana. Expusimos brevemente nuestra visión estética de la poesía, compartimos algunas experiencias relacionadas con lo que anteriormente había sido la publicación del libro antológico “Poemas de mar a mar”. Leímos poemas y disfrutamos de la conversación como se disfruta del vino en una tierra sembrada de vides. Desde entonces, mencionamos y reconocimos en todas las presentaciones a quienes hacían posible nuestra estancia inolvidable en este lugar, familia y amigos que se esforzaron anónimamente por nosotros, instituciones, como la Universidad de La Serena; así como también el proyecto poético de Editorial Alaire. Fue una jornada inolvidable, un inicio especial para lo que nos esperaba.

El miércoles 30 de julio despuntó el día con una entrevista en la radio de Autol, entonces pudimos explayarnos sobre lo que sería la programación literaria de la semana, los lugares que nos acercarían a las personas de La Rioja. Por la tarde, la Casa de la Cultura de Autol nos abrió sus brazos, y junto a la comunidad y sus autoridades, la Concejala de Cultura Doña Elena Fuertes y el Alcalde D. Pedro José Arnedo, recibieron con aprecio y emoción nuestras palabras. La presentación estuvo a cargo de Adrián Pérez y la Concejala de Cultura de Autol, quienes dieron el inicio de la sesión que continuaría con la exposición de la conferencia “Poesía chilena contemporánea” y la presentación de nuestros trabajos poéticos, tanto la recopilación de Sara, “Verso a tierra”, y la mía “Nostalgias y arraigos”. La publicación correspondía a una edición especial de la revista de poesía Espantapájar@, que realizamos con los amigos en la Universidad de La Serena, en Chile, y que en esta oportunidad traía dividida en cien fragmentos una obra del artista y profesor Hernán Godoy. La televisión local se encargó de grabar el suceso literario, mientras los asistentes escucharon nuestras exposiciones y dialogaron con nosotros diversas cuestiones relacionadas con el oficio, después los presentes adquirieron la revista gustosamente; y, por otro lado, el Ayuntamiento de Autol nos entregó una serie de reconocimientos de cuantioso valor cultural. Una vez finalizado el evento, una cena ofrecida por el alcalde, con la presencia de algunos de los amigos presentes en el recital poético, así como también Teo Basterra y Mario Martínez, amigos entrañables de la “Asociación de amigos de la poesía de La Rioja Baja”. La cena fluyó con interesantes conversaciones de tipo cultural y poéticas, además de ser el momento de nuevas metas en conjunto. Fue una experiencia iluminada por la poesía.

En Autol con el alcalde y la concelaja de cultura
En Autol con el alcalde y la concelaja de cultura

El jueves 31 de julio, se inició el día con las llamadas telefónicas de distintas radioemisoras que nos entrevistaron y nos permitieron expresar nuestra visión poética y leer algún poema en vivo. En total, tuvimos la oportunidad de expresarnos en unas cuatro radios, lo que nos permitió llegar con nuestro entusiasmo poético a más personas; además, nuestra visita fue destacada al menos tres días en los diarios locales. Pero el día recién comenzaba y aún quedaba una presentación importante que realizar. Fue así como a eso de las 7:30 de la tarde nos encontrábamos saludando a los amigos de Ediciones del 4 de agosto, quienes habían sido los responsables de editar mi cuaderno de poesía “Tankas de Pàjaros”, que mediante videoconferencia habíamos presentado el 14 de febrero desde la Feria del Libro de La Serena, Chile. En esta oportunidad, con la notable presentación de María José Marrodán, en el Biribay Jazz Club, en Logroño, fuimos responsables de dar inicio a la cuarta edición del Festival de Poesía Agosto Clandestino, tuvimos la oportunidad de exponer nuestros trabajos y nuestra visión poética ante un auditorio atento y apreciativo, compuesto principalmente por un público joven, con un proyecto de importante alcance literario. Tuve la oportunidad de saldar mi promesa pendiente: leer un poema de uno de los internos de la cárcel chilena en la que realizo un taller de poesía; la evidente conmoción con esta lectura se dejó sentir en un fuerte y extendido aplauso.  Además, resultó conmovedor encontrarnos nuevamente con nuestro compañero Julio González Alonso, que estuvo en la presentación junto a algunos amigos y familiares. El magnífico evento concluyó con una cena de camaradería donde pudimos estar con algunos de los jóvenes integrantes de este proyecto editorial que difunde y organiza un movimiento importante en virtud de una poesía activa.

Ya viernes 01 de agosto, nuestros corazones estaban llenos de esa paz que entrega la poesía, rebosantes de haber compartido nuestros trabajos y de haber sentido el aprecio de los asistentes y de los amigos que tan gustosamente nos oyeron y acompañaron. Pero el día viernes nos esperaba con un cierre especial para nuestras actividades en La Rioja. Después de pasear un poco por las localidades cercanas, nos dirigimos a un parque lleno de verde en Arnedo, en ese lugar se grabaron dos ediciones del programa de televisión “Vivir la poesía” que conduce Miguel Correas, y que nos dio la oportunidad de leer algunos de nuestros poemas y transmitir a quienes vieran el programa el valor que tiene para nosotros la poesía, su forma y sus lugares, además de la repercusión que debe tener en la vida de los seres humanos.

Firmando revistas
Firmando revistas

La noche del viernes se extendió armoniosamente en Arnedo y nos condujo en el evento que cerraría nuestra semana literaria en La Rioja, esta vez en el recital poético organizado por la “Asociación de amigos de la poesía de La Rioja Baja”. Fue así como en las alturas de un edificio recién inaugurado de Cajarioja, se llevó a cabo este encuentro. La terraza estaba provista de asientos que rodeaban una alfombra verde donde algunos escucharon cómodamente sentados sobre cojines. El acto conducido por Miguel Correas, dio inicio con las palabras conmovedoras del buen Adrián Pérez, que como presidente de la asociación resaltó la amistad y el trabajo que conjuntamente hemos realizado por llevar la poesía a más lugares. Posteriormente, el Director del colegio “La Estación”, un hombre lleno de aprecio a la palabra poética y al valor que ésta debe ocupar en la vida, se dirigió a los presentes expresando, también, su visión pedagógica al respecto. Luego, la Secretaria de la Asociación, María Jesús, leyó un poema de mi coterránea, la Premio Nobel Gabriela Mistral. La sesión continuó con música, de la mano y voz del amigo Michel Garrido y de otros compañeros de la asociación, Alicia y Antonio. El acto era emotivo, poético hasta las raíces del cielo que casi tocábamos en la altura del edificio. Entonces irrumpió Mario Martínez con un poema que nos removió todas las fibras, un poema dedicado a nuestro trabajo y escrito por nuestra presencia en tan cálido lugar. Fue entonces el momento de nuestra participación, primeramente con una conferencia denominada “Poesía andina y etnoliteratura”, donde intenté mostrar algo de la poesía escrita en el sector andino latinoamericano y algo, también, de la interesante poesía mapuche; la recepción fue notable, las personas oyeron atentas y el ambiente poético crecía a medida que se acercaba el momento de nuestras lecturas poéticas. Los asistentes al lugar aplaudieron cada uno de los poemas que recitamos Sara y yo, se conmovieron y nos conmovieron. Los anfitriones nos llenaron los ojos de poesía, y como dijera Walter Benjamin, se acercaron a nuestra poesía con la misma facilidad que los niños entienden el lenguaje de los pájaros la mañana de los domingos. La sesión se extendió por casi dos horas, la noche cayó sobre nosotros mientras firmábamos gustosamente nuestras revistas que se distribuían en gran manera. Aun con el frío viento sacudiéndonos los huesos en las alturas de aquel hermoso edificio, la calidez de las personas nos produjo un sentimiento inolvidable de aprecio, y de agradecimiento por el gran valor que le otorgaron a nuestros esfuerzos por llegar hasta donde ellos y, sobre todo, por el respeto que demostraron por nuestro trabajo literario y nuestra escritura. La noche concluyó con una cena donde el aprecio de los amigos locales se sintió una y otra vez. Las conversaciones sobre poesía se extendieron y el lazo existente se fortaleció con las casi cuarenta personas que estaban presentes. La poesía estuvo en la mesa y en los libros, en las copas de vino riojano que llegaban a nosotros, en lo teórico de nuestras conversaciones y en lo práctico de la fraternidad visiblemente manifiesta, no sólo como unidad lingüística, sino como un todo superior canalizándose en las venas y en las vocales.

Puesto que nuestro retorno sería el domingo, de madrugada, el sábado dos de agosto, nos permitió estrechar lazos con Adrián, ir a su oficio, estar con él y pastorear las ovejas de su afecto, que son más que un oficio, una forma de vida en paz en medio de la aplanadora vida moderna. Después, por la tarde, un recorrido a la parte alta de La Rioja, con el Monasterio de San Millán de Yuso, patrimonio de la humanidad y cuna de la lengua, donde se conservan los primeros escritos del castellano. Finalmente, el momento de despedirnos de Adrián y su familia, que tan hospitalariamente nos acogieron en nuestra estancia riojana.

La visita a La Rioja fue la construcción de un recuerdo imborrable, fue el lugar para que nuestra libertad se extendiera mediante los poemas y llegara a otros, a nuestros amigos, a los nuevos amigos y a los amigos desconocidos que de nosotros supieron. La poesía fue el centro y lo que le rodea, lo usual y cotidiano de nuestra andadura. Tuvimos la felicidad de vivir dentro de un ambiente poético a raudales y de esta forma acercarnos y ser con quienes llegan con el corazón abierto a sentir el lenguaje único de la poesía.