Pasadas las nueve cuarenta de la mañana del día sábado 9 de febrero, y desde Madrid, aterrizaba en Santiago de Chile la poeta Sara Castelar Lorca. La aglomeración de personas esperando a los recién llegados al país, nos hizo prever un lugar más estratégico del aeropuerto Arturo Merino Benítez, un punto en las alturas del tercer piso de la edificación internacional que nos permitiría el esperado encuentro.
Saliendo del ascensor y con las maletas cargadas de esperanzas y de un recorrido por hacer, estaba Sara, dispuesta a doce días de una experiencia personal y literaria por realizar que se inició con el abrazo emancipador de tanta espera. Tras una breve conversación en el aeropuerto y con los extranjeros bolsos cargados de futuro nos dirigimos a un hotel en el centro de la capital chilena, que permitió el descanso y un breve recorrido por algunos lugares típicos de la ciudad antes de emprender el viaje a otros sectores del país.
Ya domingo diez de febrero y una vez amanecidos en el silencio céntrico de la urbe, un paseo por las afueras del museo de Bellas Artes y el Parque Forestal de Santiago, fueron preludio de la visita de la poeta a la casa museo de Pablo Neruda, La Chascona, lugar que debe su nombre al despeinado estilo de la esposa del poeta, Matilde Urrutia, donde se conservan importantes documentos y colecciones del Premio Nóbel de Literatura chileno. Situada a los pies del Cerro San Cristóbal, la casa de Neruda acogió en un tour por las dependencias a la poeta de la Editorial Alaire, quien pudo ver la cercanía del autor chileno con los objetos, con su mujer, con los textos originales de varios de sus poemas y con la forma de barco bajo su capitanía que fue diseñada la casa, que posteriormente fuera también víctima del destrozo provocado por la dictadura de antaño en Chile. El día concluyó con una visita nocturna a algunos lugares de la ciudad en pos del refrigerio y la conversación siempre basada en la poesía.
Los casi quinientos kilómetros recorridos el día lunes once de febrero tuvieron como destino la ciudad de La Serena, donde a partir de ese mismo momento se empezó un reconocimiento literario del lugar, que concluyó con una extensa y nocturna conversación con el poeta miembro del foro de la Editorial Alaire, Paulo San Páris y quien narra este recorrido. Todo lo anterior se vería intensificado a partir del día martes doce con un recital poético en el marco de la Feria Internacional del Libro de La Serena, la poeta cautivó a los oyentes con su decir sentido y sosegado, con su palabra poética y su exquisita personalidad. Además del vasto público que reunió la poesía de Sara Castelar Lorca y el significativo silencio y los aplausos conseguidos con su palabra y la propuesta poética encabezada por la Editorial Alaire, hubo una excelente recepción de los transeúntes que pasaban por el lugar, quienes se detenían a disfrutar y a aplaudir o, posteriormente, halagar la excelente poesía de la poeta visitante.
El día jueves 14 de febrero, la actividad comenzó con una videoconferencia programada con el Centro de Estudios Riojanos donde, bajo la mano de Ediciones del 4 de Agosto y con la presencia en España del compañero Adrián Pérez y el profesor José Luis Pérez Pastor y de importantes autoridades, se realizó el lanzamiento del cuaderno de poesía “Tankas de Pájaros”, de Benjamín León; por su parte, en Chile, la ceremonia se realizó en el inicio de la programación para ese día de la Feria Internacional del Libro de La Serena, y estuvo presente, además de Sara Castelar, el Director del Departamento de Cultura de la Municipalidad de La Serena, Raúl Moya, quien hizo alusión a los planes futuros de contar con una visita de poetas españoles para una próxima feria del libro.
Tras un recorrido por el Valle de Elqui, y ya en la ciudad de Vicuña, el día viernes 15 de febrero se realizó una visita al Museo Gabriela Mistral, donde fue posible vislumbrar la modesta casa que cobijó a la Premio Nóbel de Literatura en su infancia y, a su vez, presentarle a las autoridades del lugar el proyecto de Alaire y la repercusión que podría tener en el ámbito social y cultural el plan de acción trazado. Posteriormente, y ya bajo los oscuros cielos del Elqui, se realizó una visita al Observatorio Astronómico Mamalluca, donde una charla sobre el cosmos y la observación a través de los telescopios, permitieron a la poeta iniciarse en un recorrido a las estrellas, entre poesía, conversaciones literarias y la atmósfera producida por los despejados cielos. La actividad literaria, continuó en esta misma ciudad, y así es como a mediodía del día 16, se realizó un recital poético ante la presencia de algunas personas de la localidad, así como de turistas que transitaban por el mencionado museo. La experiencia fue enriquecedora, apreciativa por quienes estaban presentes en la sala de conferencias del Museo Gabriela Mistral. El día prosiguió con un viaje por la geografía poética del Valle de Elqui, un acercamiento a los cerros que albergaron a la poeta Mistral y a los modestos pueblos llenos de parras y aridez.
Visitas a los lugares más representativos de las ciudades de La Serena, Coquimbo, Vicuña y Santiago de Chile, permitieron a la poeta un verdadero acercamiento a la visión andina y americana de estas ciudades; un recorrido turístico que continuó por los restantes días hasta el despegue y la conmovedora despedida del mediodía del día 22. El contacto con la gente y su pensamiento, las conversaciones literarias y la amistad ofrecida por quienes le conocieron en el país del sur americano, y que pudieron apreciar su calidez y calidad poética, su visión literaria, su conocimiento y disposición intelectual, hicieron de la visita de Sara Castelar Lorca a Chile, un paso inolvidable que, sin duda, se verá reflejado de distintas formas en un esperanzador futuro próximo.