Un poema de Roxane Aristy (ERA)

El arco cae en furiosas llamas
las reliquias calcinan,
la historia se ahoga en densas nubes que engolfan las oraciones de milenios,
los ojos del mundo son testigos de la caída de la flecha que apunta a Dios.

 

Notre Dame! Notre Dame!
Herencia del mundo!

 

Una última oración: nadie muera por salvar al arte,
pero que en los escombros encontremos a Dios!

 

 

 

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