el placer de pintar

Observa las paredes de tu casa atentamente y analiza tus emociones:
¿Te gusta el color y la textura? ¿Te sientes a gusto?, etc.

pintar_01El carácter de un espacio viene en gran parte determinado por el color y la estructura de sus paredes, reflejando a su vez la personalidad y los sentimientos de aquellos que habitan el lugar. En este sentido, los colores influencian enormemente el bienestar de la persona tanto a nivel psíquico como físico, por ese motivo, a la hora de decidir el color que va decorar las paredes de nuestras viviendas deberíamos considerar los siguientes aspectos:

De que manera nos va a condicionar el color. Finalidad del espacio a pintar. Distribución de la luz artificial o natural Con que elementos decorativos hay que contar. Que tipo de soporte tenemos. Toxicidad de las pinturas que vamos a utilizar.

A nivel técnico, la pintura decorativa está formada principalmente de pigmentos y del ligante apropiado para que esos queden fijados en el soporte. Si queremos mantener nuestra salud en forma, sin duda alguna los vamos a escoger naturales. Además, será siempre más agradable pintar sobre un soporte natural, transpirable de cal, arcilla, yeso natural, etc. que nos aportará un clima mucho más saludable. A partir de este punto, es cuando debemos empezar a dejar volar la imaginación y a escuchar nuestros sentimientos. Quizás antes de decidir, unas notas orientativas de cuales son las connotaciones de cada color, claro está, no personalizadas y basadas en varios estudios:

Los colores influencian enormemente el bienestar de la persona tanto a nivel psíquico como físico.
Los colores influencian enormemente el bienestar
de la persona tanto a nivel psíquico como físico.

Amarillo: color ligero, intelectual, alegre, tranquilizante, cálido, luminoso. Naranja: cálido, vital, alegre, estimulante, positivo. Rojo: estimulante activo, vital, fuerte, inquietante. Verde: tranquilizante, esperanzador, natural, seguro, pasivo, equilibrado por ser el resultado de la unión de dos polos: azul y amarillo, por ese motivo es también un color ideal para tomar decisiones. Azul: frío, serio, tranquilo, amplio, relajante, espiritual, reservado, pacífico Púrpura: riguroso, noble, soberbio, digno, impone poder. Violeta: pesado, soledad, melancolía, incertidumbre, volubilidad. No es aconsejable su uso en espacios grandes por sus posibles efectos negativos. Blanco: luz, claridad, apertura, limpieza, higiene, también se considera fatigoso y poco confortable. Negro: sin lugar a dudas símbolo de tristeza, también indica aislamiento, carácter reservado, opresión y negación. Gris: es el color de la monotonía, desesperanza, desgana, aburrimiento, melancolía y amenazador. Marrón: color considerado como maternal, estabilizador, cálido, sólido, enérgico.

Teniendo en cuenta esas características, por ejemplo para pintar una habitación infantil, escogeríamos tonos cálidos: rojizos, amarillos, naranjas, etc. colores alegres y estimulantes; también serían adecuados para un comedor o cocina. Sin embargo, para salas de reuniones, dormitorios u otros sitios con una finalidad parecida, son aconsejables los tonos fríos como los azules. Como ya se apuntaba al principio, la luz juega un papel muy importante. Un espacio con ventanas pequeñas, con orientación al norte, con poca luz pide tonalidades cálidas. Los colores fríos mejor reservarlos para habitaciones grandes, orientadas al sur y con mucha luz.

Tampoco debemos olvidar la armonía, proporciones del espacio y color: en habitaciones con techos muy altos, el techo se puede pintar con tonalidades oscuras a fin de dar una sensación de más calidez y proximidad. Si se quiere obtener el efecto contrario, o sea engrandecer el espacio, se puede optar por un suelo oscuro y el resto en colores claros, teniendo siempre en cuenta los aspectos mencionados sobre la iluminación. Los contrastes de colores pueden ser muy interesantes, no obstante hay que evitar que las combinaciones no sean superiores a tres colores ya que el ambiente podría resultar “pesado”.

Si queremos mantener nuestra salud en forma, sin duda alguna vamos a escoger pinturas naturales
Si queremos mantener nuestra salud
en forma, sin duda alguna vamos a
escoger pinturas naturales

Existe una gran variedad de técnicas decorativas que van variando según modas y tendencias, consecuencia de la situación social de cada momento. Actualmente, estamos viviendo un resurgir del color y de las formas como necesidad de abandonar la monotonía que dominó durante las últimas décadas, en las que la sociedad se concentró más en la materia que en la mente. De las paredes lisas, blancas, “limpias y prácticas” hemos pasado al renacimiento de técnicas tales como el estuco, la veladura, aguada, acuarelas, etc.

Todas ellas basada en la combinación de colores o tonalidades aplicadas de forma distinta (llana veneciana, esponja, brocha, trapo, etc.). Concretamente la técnica de la acuarela, muy utilizada por los seguidores de Steiner, tiene un sentido mucho más profundo debido a que la propia estructura estimula la vista constantemente y consigue una vitalidad interior muy positiva. La experiencia ha demostrado que en empresas dónde se ha utilizado ese método, ha mejorado la calidad y el ambiente de trabajo. En todos los aspectos mencionados, la base fundamental radica en la materia prima que vamos a usar: la calidad del soporte que vamos a pintar y la de la pintura que vamos a aplicar. A ser posible, el retoque adecuado para obtener un clima ideal debería ser de cal, barro, yeso natural, o cualquier otro tipo que no contenga plastificantes. Por otra parte, pintar con pigmentos naturales no es lo mismo que hacerlo con sintéticos, la calidad y el efecto del color pueden variar de una forma increíble, el pigmento natural contiene en sí varias tonalidades, mientras que el elaborado químicamente se compone de una tonalidad única siendo por lo tanto más monótono.

Texto:
Manel Romero Ferrer.
La Casa Natural.
Ecobioconstrucción.
http://www.lacasanatural.net/