morfomedicina ¿por qué engordo yo?

morfomedicina_01¿Estás preocupado/a por tu aspecto?, ¿cada mañana eliges la ropa que mejor te sienta y rechazas tajantemente aquellas que desfiguran tu aspecto o ponen en evidencia esas formas que no se corresponden con el prototipo de cuerpo que definen los cánones de hoy? Pues como tú, todos los demás. Y está claro que la primera preocupación no suele ser el tamaño muscular sino el tamaño lipídico (los “michelines”) ¿Cómo acumulas esa grasa?, ¿la estas colocando en la cintura?, ¿se pone en las caderas? Sí, ya te habrás dado cuenta que la grasa tiene varias posibles ubicaciones. ¿A qué se debe esto y de qué manera podemos controlarlo?, ¿nos queda alguna esperanza?

Recorre conmigo este articulo, y es posible que te de algunas respuestas.

Sin duda, el objetivo debería ser conseguir la armonía, y con ésta, el equilibrio. Por supuesto, vamos a generalizar, pero, a grandes rasgos podríamos establecer la siguiente clasificación:

La grasa acumulada en la parte superior del cuerpo se puede combatir con una paulatina disminución de calorías en nuestra dieta.
La grasa acumulada en la parte
superior del cuerpo se puede combatir
con una paulatina disminución de
calorías en nuestra dieta.

La grasa acumulada en la parte superior del cuerpo se corresponde con la obesidad alimentaria. Aparece como motivo de una ingesta calórica alta y mantenida como todas, pensarás tú. (¡Pues no!). Es una grasa dura, localizada en el tórax, nuca y cara. Por ello, se podrá combatir con una paulatina disminución de las calorías de nuestra dieta (recordamos que no es aconsejable retirar más de 500 calorías de golpe, y que estas deben repartirse entre carbohidratos, proteínas y grasas).

La obesidad abdominal (la típica del cervecero barrigón y de piernas delgaditas), está relacionada con problemas cardiovasculares. Aparece en relación a malas digestiones por deficiencias en el hígado y en el páncreas. Es frecuente en los casos de hiperinsulinismo, es decir, cuando abusamos de arroz, pan, dulces, cerveza, etc.

En la mujer suele ocurrir cuando se padece estreñimiento severo. Solución: disminuye la cantidad de carbohidratos complejos, busca los de menor índice glucémico y utiliza suplementos que ayuden a regular la insulina (cromo, garcinia, vanadio, zinc, glutamina, fibra, etc.). Para el estreñimiento, la más sencilla de las soluciones, y que me perdonen los fabricantes de laxantes: antes de desayunar tomar un kiwi maduro más un vaso grande de agua, y otro antes de merendar si no resulta suficiente.

Cuando la grasa abunda en la región de los “michelines”, en los laterales de la cintura, tan frecuente en los hombres, estamos ante la obesidad sedentaria. Cualquier tipo de entrenamiento, tanto aeróbico (cardiovascular) como anaeróbico (pesas o cardio con intervalos) pueden sernos útiles.

El ejercicio anaeróbico es la mejor manera de eliminar la grasa de las caderas.
El ejercicio anaeróbico es la mejor manera
de eliminar la grasa de las caderas.

Las obesidades circulatorias son típicas femeninas. Cuando es por debilidad capilar, la grasa se localiza en piernas y brazos, en forma de bota y la mujer no tolera bien el frio. Cuando afecta al sistema circulatorio, se localiza en las piernas, y suele empeorar con los embarazos.

La linfática también afecta a las piernas, pero es dura, lisa y no se altera con los cambios de temperatura. Son difíciles de tratar, pues no se deben a la alimentación (aunque pueden empeorarse con el consumo de alcohol, tabaco, azucares, etc.). Aquí es muy importante la herencia (como estaba el sistema circulatorio materno). El ejercicio puede mejorar un poco el aspecto, pero necesitamos recurrir a productos como: aesculus, hammemelis, etc. Para mejorar la circulación: drenajes linfáticos, y descongestivos del hígado y del intestino. Ingerir menos calorías, en este caso, puede ser muy perjudicial, pues la mujer tiene un organismo muy preparado para la supervivencia, de manera que responde en contra de cualquier cambio a que la sometamos. Comer menos se compensa con un metabolismo más lento y una disminución en la capacidad de manejar las grasas. ¡Es así!

Comer menos se compensa con un metabolismo más lento y una disminución en la capacidad de manejar las grasas.
Comer menos se compensa con un
metabolismo más lento y una disminución
en la capacidad de manejar las grasas.

la obesidad genital también corresponde a la mujer Se localiza en las dichosas caderas que nunca ceden. Del mismo modo que en el caso anterior, no se os ocurra comer menos para quitar esta grasa. Se debe a factores hormonales. Es decir, las hormonas femeninas convierten este tejido en una grasa de reserva y no permiten que se eliminen. La mala utilización de píldoras anticonceptivas, situaciones de estrés y problemas emocionales, también pueden ocasionarla. Comer menos sólo eliminara grasa en cara, cuello, pecho y cintura. Las caderas apenas cambiarán y, cuando os aburráis de perder el tiempo con la dieta y volváis a comer normalmente, se “ganara” mucha grasa y en todo el cuerpo. La mejor forma de eliminar esta “molesta” zona (sólo se ha considerado “molesta” en los últimos 20 años), y posiblemente Ia única, sea el ejercicio anaeróbico. Es decir, o corres velocidad o haces pesas. Esto se debe al hecho comprobado de que la práctica de aeróbic o deportes de resistencia, quema grasa de todo el cuerpo, excepto de las caderas, pues en esta zona hay pocos receptores de adrenalina, que es la sustancia que moviliza los lípidos cuando hacemos este tipo de ejercicios. EI ejercicio anaeróbico, por el contrario, es seguido por un periodo de varias horas en las que se quema bastante grasa, pero en reposo, con baja adrenalina. En ese momento se pierde grasa de todo el cuerpo, incluida la de las caderas.

De todo esto obtenemos las siguientes conclusiones:

es normal que los hombres adelgacen con más facilidad que las mujeres, y que estas no deberían nunca hacer ningún tipo de dieta hipocalórica. La mujer debe perder la grasa por el gasto que genera la actividad física y nunca por la disminución de calorías. Por supuesto, ha sido un repaso muy general de nuestras malas curvas, pues lo normal es que las obesidades vayan combinadas, y las causas pueden ser aun más variadas. ¿Ya sabes lo que tienes que hacer? Ya tienes la información. Ahora depende de ti.

Texto:
Dr. Miguel Ángel Peraita.
Centro de Medicina Biológica y An-
tienvejecimiento Dynamet.