Autor: Rafel Calle
Para mí no es una sorpresa que los sitios web se vayan imponiendo como el medio ideal para publicar poemas. Desde el primer día que entré en un foro, supe que acabarían imponiéndose como la mejor y casi la única manera de aprender a escribir poesía y, claro, como el mejor soporte mediático para publicarla.
Por un lado, la labor didáctica y, por otra parte, el trabajo editorial; he ahí las dos razones fundamentales para la existencia de los foros literario-poéticos. Por consiguiente, caben autores principiantes y autores avezados. Lo ideal es una mezcla de ambos.
A partir de aquí, se necesita un grupo de autores que escriban bien y que se muestren educados y solidarios. También se necesitan personas que constantemente vigilen el buen funcionamiento del foro. Y, por último, se precisa de gente que ponga su dinero a fondo perdido. Dicho esto, a nadie le puede extrañar que los foros sean sitios muy especiales, muy valiosos y muy necesarios para todo aquel que quiera aprender, mejorar o publicar sus obras, pero también lugares muy difíciles de vertebrar y más difíciles de mantener.
Un foro de poesía es un auténtico tesoro. Poemas, comentarios, debates, opiniones…, todo a disposición de los lectores aun más allá de nuestros días; cuando no estemos, nuestra obra, nuestras opiniones… perdurarán a lo largo del tiempo como el testimonio de nuestro paso y de nuestro pensamiento. Pepe, Antonio, Juana, María… se habrán ido, pero su paso quedará escrito en el foro que hayan habitado.
Es por ello que creo que los foros son un importantísimo patrimonio cultural. Cuando pienso que un foro como Poesía Pura pueda dejar de funcionar, me entra una gran congoja. ¡Cuántos y cuántos tesoros poético-literarios alberga en sus entrañas Poesía Pura! Creo que fue en el 2004, entré y me deslumbró. Allí aprendí a dar los primeros pasos en el mundo del poema y allí me obsesioné con la poesía y el medio digital. Espero y deseo que Pura continúe con su actividad.
Y, bueno, aprovecho para animaros a todos a que dejéis vuestras opiniones en los trabajos de los compañeros y, sobre todo, que los leáis y que también dejéis constancia de ello; no hace falta un gran comentario, basta con unas pocas palabras, porque de este modo se consigue que haya una rotación en las publicaciones.
También quiero recordar que no conviene elogiar desmesuradamente y menos sin leer las obras; cuando alguien se deshace en elogios hacia un trabajo que tiene poca o ninguna consistencia literaria, demuestra que no ha leído ese trabajo y le hace un flaco favor al autor de turno, porque lo lleva al engaño.
No hace falta decir que un foro es una editorial. En una editorial lo mínimo que se pide es que se escriba correctamente. Nosotros, en Alaire somos exigentes, pero cada día lo seremos más, de eso que no os quepa duda, porque si hay un cáncer mortal para los foros, no es otro que la falta de pulcritud gramatical en las obras. Ese es el mayor cáncer que puede tener un sitio literario.
Refiriéndome a Alaire, por un lado, existe un grupo bastante numeroso de autores que muestran altas prestaciones rítmico-literarias y, además, son afectuosamente solidarios con sus compañeros; por otra parte, el nivel medio de calidad rítmico-literaria del foro, está en unos parámetros bastante dignos, de todo lo cual, solo podemos alegrarnos.
Abrazos.