Playboy

playboy

Autora: Hallie Hernández Alfaro

Comprar alegría; un momento de placer y belleza au natural.. o con artificios, importa muy poco.

Mujer, femenina liturgia, estrógenos y poco abrigo. Inusitada y preferente en el recinto de ellos, en las cantinas de etílico bagaje, en los rincones semioscuros de la psique… A solas y frente a la arcaica fantasía, a raudales implícita en los motivos del hombre.

Acceder a las páginas donde el ojo es majestad y complacencia. De carne y hueso, con olor a tinta recién editada; la emoción agota los párpados y la imagen prevalece en la nocturnidad que gime.

Insinúa el pliegue y la eclosión, el subastado instante de la cercanía; esa íntima lealtad al labio captor, al movimiento presentido.

La hipotermia social encuentra un sitio de apego, una columna que favorece el despertar en muchos aspectos. Símbolos y hedonismo, lúbrica esencia que aborda las zonas más primitivas y sublimes del cerebro humano.

Portada, instinto en pose, desafiando el mito entre las manos, obturando el lente gélido de la realidad sin colores.

Tentación y primor, demasiado inmaterial para producir celos, demasiado perfecta para la competencia terrenal. ¿Quién ha pensado en enamorarse de la chica de abril? ¿quién ha pensado siquiera poder tocar la voluble inmanencia de sus piernas al aire? Más aún, ¿quién ha querido verla en las proximidades de su cocina, disponiendo tostadas y preparando un café? ¿O sí, o ha sido ese, el sueño más recurrente de cualquiera de sus lectores?

Playboy, juego de hombres, pulsiones, ocio, deseo.

Nació en Chicago en 1953 y voló alto, dejando su influjo en incontables parcelas del inconsciente…