Breve aproximación a la poesía andina

El tema de la posibilidad de una Cultura Americana es un tema impuesto por nuestro tiempo, por la circunstancia histórica en que nos encontramos, indicó el filósofo mexicano Leopoldo Zea. La búsqueda de una identidad propia fue una de las problemáticas que el mundo americano debió enfrentar, principalmente en el Siglo XX. Pero, ¿de qué forma esta búsqueda se hizo patente en Latinoamérica?, ¿de qué maneras la cuestión de la identidad se ha visto reflejada en la actual poesía latinoamericana?

benjaminLa unidad geográfica que produce la Cordillera de los Andes da a luz un sistema de vida que resulta interesante desde tiempos precolombinos y, por ello, es relevante analizar algunos hechos y algunas características de lo que se ha denominado “Poesía Andina”. En primera instancia, es importante señalar que esta poesía obedece a una estética directamente relacionada con lo social, cultural y político del contexto andino. Por otro lado, es interesante que esta cultura, mestiza e indígena moderna, posee una identidad que va más allá de lo que lo indígena en sí pudiera abarcar, pues en la actualidad acepta una transculturización que propone nuevos elementos en relación a lo directamente andino. En cuanto al léxico, la denominación no obedece al uso directo de la lengua aymara, quechua o a algún dialecto; más bien, postula a una lengua que integra la tradición hispánica con la tradición vernácula, que da a lugar una escritura polifónica, de resistencia, doble y marginal, reiterativa e híbrida, que se manifiesta, especialmente, por medio de la tradición oral, pues, además, tiene entre sus características una riqueza musical que bien puede ser cantada.

El punto medio entre silencio y lenguaje, que consigue la poesía, se ve fuertemente ligado a la pérdida de un idioma originario en el trabajo de los poetas andinos. Existe una suerte de revolución y de búsqueda en la orfandad lingüística, que conmueve profundamente. En este sentido, hay cierta similitud con el surrealismo, pues, en medio del juego lingüístico, se produce una profunda conexión con el plano psíquico.

Sin duda, en la voz de los más universales poetas de Latinoamérica, existe una poesía andina. Casi en un diálogo poético, Gabriela Mistral desarrolla una poesía utilizando características geográficas y lingüísticas relacionadas con las culturas andinas; su libro más representativo, Tala, y toda su obra están basados en referentes de esta índole, llegando incluso a desarrollar en su libro póstumo, “Poema de Chile”, un diálogo poético en el cual interviene un niño indígena, Diaguita, a través de los diferentes poemas que componen la obra. Hjalmar Gullberg, secretario de la Academia Sueca, en su discurso de entrega del Premio Nobel de Literatura, indicó sobre Mistral: “expresa la calma cósmica que envuelve a la tierra sudamericana, cuyo aroma llega hasta nosotros”   Por su parte, Neruda reivindica el mundo andino y, en Canto General, crea una de las poéticas más ancestrales con Alturas de Machu Picchu. La Academia Sueca, al momento del reconocimiento, calificó su obra de “poesía, que, con el efecto de una fuerza natural, hace revivir el destino y los sueños de un continente”. Desde el Perú, César Vallejo levanta una poesía que es más que una identificación con la problemática peruana de su época relacionada con el indigenismo; es así como, en los Heraldos Negros, su voz se devela desde el espíritu aborigen que en la mixtura llevaba. En Oliverio Girondo, la construcción musical de su obra tiene un fuerte acercamiento al mundo andino, que bien nos acerca a otra cuestión importante, como el plano rítmico de esta escritura. En todos los poetas más representativos de Latinoamérica es posible encontrar rasgos de esta escritura, pero ¿qué hay de los poetas actuales?.

Resulta necesario hacer un recuento de la Poesía Andina de la actualidad, y conocer y reconocer la voz de los poetas más relevantes en este ámbito, desde la poesía de Zurita, cantando en el dolor de los Andes algún poema en quechua, o la ternura y conmoción de Juan García Ro a su abuela indígena y “la yaraví de la amada ausente/ doliendo en el pecho herido”; o, por otro lado, la voz del atacameño Volantines preguntándose “los fameñandúes ¿qué son?”; y casi respondiéndole, desde Bolivia, Ramiro Quiroga señala: “mientras el asombro de los flamencos/ se recorta en los rojos ponientes”. En Perú, el trabajo de Gloria Mendoza Borda se ha ido potenciando como la voz femenina más relevante de la poesía andina; indica en su libro Q’antati deshojando margaritas: “hay palabras/ que me brincan/ y que no son mías/ qolilita/ soy aymara enceguecida/ soy quechua en nombre de Micaela”. Por el lado argentino de la cordillera, el poeta Jorge Leonidas Escudero se descubre en su entorno andino: “Aquí anduvo un tozudo hombre buscando/ en esta altivez de los cerros sanjuaninos”.

La poesía andina, guarda una tradición por descubrir, un idioma en creación, un nombre en las poéticas del mundo que debe ser difundido. Hay en ésta poesía sangre e historia, dando paso a una liberación lingüística, a un enriquecimiento de la herencia cultural a partir del contexto y del descubrimiento de un pensamiento propio, de una poesía andina.

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Bibliografía
Huamán, Miguel Ángel. Frontera de la escritura. Discurso y utopía en Churata. Lima, Editorial Horizonte, 1994.
Zea, Leopoldo. En torno a una filosofía latinoamericana. Cuadernos Americanos 3 (mayo-junio 1942): 63-78. México, 1942.
Churata, Gamaliel. El pez de oro, o dialéctica del realismo psíquico, alfabeto del incognoscible. Puno, Corpuno, 2ª ed.1987.