La descripción del imperio, la luna y el lazarillo

Para asegurar el progreso material, la sociedad actual exige de manera progresiva, especialmente desde el siglo XIX, una mayor especialización de sus miembros en aspectos concretos de las ciencias, las técnicas y aún de las artes. Y esa especialización se inicia cada vez más temprano en el período de formación de los todavía niños. Las consecuencias de este proceso, algunas sin duda positivas, son esencialmente la creciente proliferación de especialistas incultos –pero con reconocimiento social- y la alarmante escasez de personas con amplio espectro de conocimientos y sensibilidades. Este, a nuestro entender, lamentable alejamiento en nuestros días del ideal humanista se aprecia con mayor crudeza cuando, retrocediendo en el tiempo, tenemos la ocasión de recorrer la vida y la obra de muchos personajes, algunos muy conocidos y otros casi olvidados por la historia pesar de la trascendencia que sus actividades tuvieron en su época.

Este es el caso de un discreto y eficaz funcionario de Felipe II, del que se ignora casi todo lo que se refiere a su ámbito personal pero que dejó contribuciones de gran relieve en campos tan alejados como la geografía y el derecho, la literatura y la administración, la gramática y la astronomía.

testamentoJuan López de Velasco nació en la soriana villa de Vinuesa en torno a 1535, siendo sus padres Juan López Carrasco y Catalina Velasco, visontinos ambos y de condición humilde. De su infancia sólo se conoce que tuvo dos hermanas y dos hermanos varones, siendo posiblemente el mayor de todos ellos. Se ignora cuáles fueron sus estudios y en dónde los realizó, aunque consta su amplia formación humanística, su dominio del latín -lengua en la que redactó diversos escritos que se conservan en la Biblioteca del Monasterio del Escorial- y el conocimiento de otras lenguas como el francés, el italiano y también el árabe. No se ha conseguido encontrar ninguna prueba documental de su presencia en aulas universitarias ni de que alcanzara ningún grado académico; pues de ser así, necesariamente aparecería éste en alguno de los numerosos documentos oficiales en los que su nombre figura, como era costumbre obligada de la época.

De la lectura de su testamento, se desprende que nunca llegó a contraer matrimonio ni dejó descendencia, por lo que no resulta muy aventurado suponer su pertenencia al clero secular.

indigenasLas primeras noticias sobre sus actividades le colocan en Madrid al servicio del Real Consejo de Indias desde 1563, colaborando en la recopilación de la ya abundante normativa real dirigida a las nuevas tierras del otro lado del Atlántico. A esta tarea se dedicó López de Velasco durante una década, actuando como ayudante del licenciado don Juan de Ovando, “el príncipe de los legisladores de Indias”. La promoción de Ovando a la presidencia del Consejo de Indias en 1570 significó una profunda remodelación de esta institución y la creación en 1571 del más importante “oficio” de naturaleza científica en la España de Felipe II: Cronista-Cosmógrafo Mayor del Real Consejo de Indias.

Las obligaciones de su titular abarcaban desde la redacción de una “historia general” de las Indias hasta la confección de unas tablas “cosmográficas” con las coordenadas matemáticas de todos los lugares del imperio. Además, debía controlar todos los aspectos científico-técnicos de las navegaciones, como la elaboración de las cartas náuticas que utilizaban los pilotos y maestres de los navíos de la “carrera de Indias”.

Es evidente que el titular de ese oficio tenía necesariamente que poseer una amplísima formación tanto en las letras como en las matemáticas; López de Velasco sin duda gozaba de tales conocimientos, pues fue el elegido por Felipe II para  desempeñarlo. La actividad desplegada por el nuevo oficial real fue realmente asombrosa: elaboró un conjunto de extensos formularios dirigidos a todas las autoridades civiles y religiosas de Indias con el objeto de obtener informaciones exhaustivas sobre aspectos muy diversos de la geografía, la historia, las costumbres, las lenguas, las razas, los cultivos, las especies animales, vegetales y minerales y sus aplicaciones terapéuticas, etc.

instruccionEn el Cuestionario enviado en 1577 añadió López de Velasco una “Instrucción para la  observación de los eclipses”; en ella explicaba un procedimiento original suyo para determinar la coordenada longitud de los lugares a partir de los datos obtenidos en la observación de los eclipses. Lo realmente fascinante es que López de Velasco diseñó así y coordinó el primer gran programa de observación astronómica de la historia: Durante diez años, centenares de personas simultáneamente y desde innumerables puntos del imperio en tres continentes observaron y midieron los eclipses de luna que acontecieron, posibilitando la confección de tablas de coordenadas mucho más correctas y generales.

eclipse_de_lunaCon parte de las respuestas de los cuestionarios y con datos anteriores López de Velasco presentó a Felipe II en 1780 su Geografía de Indias, que constituye la primera geografía de América elaborada con datos oficiales. El rigor de la obra determinó que el monarca prohibiera su publicación y ordenara que únicamente podía ser consultada por los miembros del Consejo de Indias, pues contenía datos de alto valor estratégico que no debían trascender.Las obligaciones históricas y cosmográficas no fueron un impedimento para que el humanista soriano publicara en 1573 dos volúmenes de naturaleza muy diferente. En uno de ellos salían a la luz un conjunto de poesías de Cristóbal de Castillejo, secretario del Emperador Don Fernando, y en el otro se recogían la Propaladia de Torres Naharro y el Lazarillo de Tormes.

Las obras citadas habían sido prohibidas por el Índice expurgatorio del Cardenal Valdés de 1559, que consideraba que en alguna de sus partes se atacaba al clero o se hacía burla de alguno de los preceptos de la Iglesia. Pero como se seguían publicando en el extranjero con gran éxito, el Consejo de la Inquisición consideró entonces la conveniencia de volver a editarlas en España, pero eliminando lo que se considerara pernicioso. Esta tarea de depuración se encargó a Juan López de Velasco, quizás una prueba más de su posible pertenencia al clero; como  recompensa por su trabajo el rey le concedió el Privilegio de edición de las tres obras durante diez años.

No fue ésta su única relación con el mundo de las letras, ni mucho menos. Así, posiblemente por la laboriosidad y eficiencia que demostraba, el monarca solicitó en 1581 su colaboración y asesoramiento para la adquisición de volúmenes destinados a la Biblioteca del Monasterio del Escorial. Fruto de su trabajo fue una serie de “Memorias” sobre los fondos de otras bibliotecas, con la intención de buscar obras de interés para su traslado al Escorial, y una especie de catálogo o inventario titulado “Libros de Romances para la Librería de San Lorenzo”.

cosmo_mayorlazarilloEn 1582 salió en Burgos el único trabajo que publicó en vida: Ortografía y Pronunciación Castellana, que escribió a sugerencia del Cardenal de Toledo e Inquisidor General, don Gaspar de Quiroga.  Pero el texto no es únicamente un manual de ortografía al modo convencional, sino un profundo tratado de filología, en donde se analizan el significado y la procedencia de varios centenares de palabras, las más habituales y comunes del lenguaje de la época, comparándolas frecuentemente con sus equivalentes francesas, italianas y árabes e ilustrándolas con el análisis de sus raíces latinas.

Otra obra suya sobre la misma materia es “Vocabulario etimológico de la lengua castellana (recogido en el códice L-I-13 de la Biblioteca del Escorial), en el que analiza los orígenes del castellano, que encuentra en el latín y en el árabe apoyándose en gran cantidad de vocablos. En ese mismo Códice hay otros breves trabajos filológicos suyos, entre los que destacan las “Etimologías arábigas, griegas y latinas” y un Memorial dirigido en 1588 al Presidente del Consejo de Castilla en el que hace un análisis de la mala situación de la enseñanza “primaria” en Madrid, recomendando como remedio el que los maestros sufrieran unos exámenes por oficiales reales que acreditaran su aptitud.

En otro códice escurialense, el B-IV-3 se conservan dos manuscritos más de López de Velasco, tan sorprendentes como un Cuaderno de refranes y unos Proverbios.

ortografiaEn 1588 Felipe II, en reconocimiento a sus servicios, decidió encargarle la Secretaría de Hacienda, con carácter de propiedad y con el salario realmente elevado en la época de 1000 ducados anuales. La noticia de tan alto nombramiento llegó a Vinuesa, su lugar de nacimiento, en una carta remitida por los procuradores sorianos en Cortes que se leyó en el Ayuntamiento. La Corporación acordó enviar otra misiva a López de Velasco dándole el parabién por el oficio.

López de Velasco consumió los últimos diez años de su vida redactando un Dictamen para la reforma de la Hacienda española y unas Advertencias para instrucción de secretario, escribiendo sobre temas científicos -como un breve tratado sobre cometas y una dura crítica a la astrología judiciaria- y preparando una edición de las obras completas de san Isidoro.

Precisamente, cuando estaba culminando este trabajo falleció en las casas que tenía alquiladas en la calle de Toledo. A pesar de su proximidad al monarca dejó a su hermana como única propiedad dos casas en su Vinuesa natal, unos pocos ducados a sus dos criados y una cantidad algo mayor para misas por su alma en la iglesia de los jesuitas de Madrid.

 

MARIANO ESTEBAN PIÑEIRO

Doctor en Ciencias Físicas.

Licenciado en Derecho.

Profesor Titular de Matemática Aplicada (Facultad de Ciencias, Universidad de Valladolid)

Co-Director del International Committee for the History of Nautical Science and Hydrography.

Director del Instituto de Historia de la Ciencia y de la Técnica (Instituto de Historia Simancas). Universidad de Valladolid.

Miembro Extranjero de la Academia de Historia de Portugal.

Miembro Correspondiente de la Academia da Marinha de Portugal, en la clase de Artes, Letras e Ciencias.

Investigador Principal en Proyectos de Investigación financiados por Instituciones Públicas Nacionales y Regionales, sobre temas relacionados con la Historia de la Ciencia española del período 1450-1700, en especial sobre la Matemática y sus aplicaciones.

Autor/coautor de 6 libros y más de noventa artículos sobre las materias anteriormente indicadas.

Responsable y/o Asesor de Exposiciones de naturaleza científica, Programas de Divulgación Científica y Asesor de distintas Instituciones sobre Divulgación y Comunicación Científica

 

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

Esteban Piñeiro, M., Matemáticas, Astrología y Navegación en la España del Siglo de Oro. Historia de una cultura. Vol. 2, pp. 690-740. Junta de Castilla y León, 1995. Valladolid

Esteban Piñeiro, M., Los Cosmógrafos del Rey. Madrid. Ciencia y Corte. Pp. 121-139. Consejería de Educación y Cultura. Comunidad de Madrid. 1999. Madrid

Esteban Piñeiro, M., Los Cosmógrafos y otros “oficios matemáticos”. Historia de la Ciencia y de la Técnica en la Corona de Castilla. Vol. 3, pp. 129-146. Junta de Castilla y León. 2002. Valladolid

Vicente Maroto, I.; Esteban Piñeiro, M. Aspectos de la ciencia aplicada en la España XVI. Junta de Castilla y León. 1991, 1º ed., 2006, 2ª ed. Valladolid