La leche de vaca es el mejor alimento que existe, pero para los terneros, no para los humanos y está preparada para que los terneros se les desarrolle mucho la estructura corporal en poco tiempo, pero muy poco el cerebro.
El aparato digestivo humano y el de las vacas sólo se parecen en la entrada y la salida, ya que las vacas son rumiantes y tiene cuatro estómagos de lo que ya se deduce que la forma de digerir los alimentos es muy diferente a la nuestra.
Las proteínas de la leche (caseína) son muy grandes para nuestros jugos digestivos por lo que pasan a nuestro intestino delgado parcialmente hidrolizadas, es decir que no se disgregan totalmente en aminoácidos uno por uno como pasa con la leche humana. Estos fragmentos de proteínas son absorbidos en el intestino provocando lo que el Profesor Seignalet denomina patologías de eliminación (asma, bronquitis, eczema, rinitis, otitis, vegetaciones, colitis, etc.)
Es por ello que muchas veces nuestros hijos tienen tanto moco por todos sitios y no terminan de quitárseles, les llenan de antibióticos y no hay forma de acabar con ellos.
Este problema se va agravando a la edad adulta ya que después del destete los niveles de renina gástrica (que es la enzima encargada de metabolizar estas caseínas) desciende y llega un momento en que la leche ya no la digerimos y si nos fijáramos en el vomito de un bebé parece que estuviera cuajado, sin embargo un adulta que vomita leche después de tiempo de haberla tomado lo hace de forma líquida. Es por ello que se recomienda cuando se ha tomado marisco en mal estado tomar un vaso de leche, por que como no se digiere pasa directamente el intestino formando una película que impide que los tóxicos ingerido se reabsorban, pero está claro que cuando no hay tóxicos de los que protegernos, esta película se sigue formando y evita que los nutrientes que ingerimos se puedan absorber correctamente.
La grasa de los lácteos contiene ácido araquidónico que favorecen todos los procesos alérgicos e inflamatorios del cuerpo. Por otro lado contiene gran cantidad de colesterol aunque nos vendan que el desnatado no lo contiene, no es cierto.
La hormonas pancráticas, tiroideas, adrenales, sexuales etc. que contiene la leche son necesarias para el crecimiento del ternero pero pueden producir grandes alteraciones a una especie diferentes que las consuma como ciertos tipos de acné, alteraciones ginecológicas, e incluso algún tipo de cáncer linfático.
Con el tiempo, la lactosa va desapareciendo, por lo que la transformación de la lactosa una vez cada vez se va complicando más , creándose acumulaciones en el intestino grueso produciendo putrefacciones y fermentaciones causantes de los olores excesivamente pútridos y de la excesiva producción de gases intestinales.
Otro gran problema que tiene la leche es el calcio aunque tenga grandes cantidades más el añadido de las industria lecheras para que pueden asimilarse se necesita otros mineral azulados como magnesio y fósforo en una proporción determinada que en el caso de las persona es de 2 Ca x 1 de Mg. En la vaca la cantidad de Mg es mucho menor por lo que para poder asimilar tanta cantidad de calcio el cuerpo tiene que sacar los otros minerales de potro sitio y donde más minerales tenemos es de huesos por lo que los estudios realizados en China y en los Ángeles indican que la leche no solo descalifica si no desmineraliza por eso hay personas que han tomado leche toda su vida y tiene osteoporosis.
Estas leches están repletas de antibióticos (que dan a las vacas para prevenir la mastitis y si la toman los lactantes pueden crearles una resistencia a los antibióticos) herbicidas, pesticidas y pus procedentes de las infecciones de las ubres que al ordeñarlas con las mismas máquinas que pasan de una vaca a la otra.
Y como conclusión para no aburriros que observéis en la naturaleza si hay algún animal que alguna vez después de destetado siga mamando y además que lo haga de alguien de otra especie.
Es por ello que el no alimentar a nuestros hijos y a nosotros mismos con lácteos vacunos no es ninguna barbaridad ni ninguna moda de cuatro descerebrados si no que es un acto de responsabilidad y de fomento de la salud.
Texto | Carlos Ruíz, Naturópata