Deportes de alto riesgo: Ala Delta

preparándose para despegarVolar como un pájaro, la sensación de libertad, el orgullo de realizar una actividad exclusiva, reservado a sólo unos pocos atrevidos. Podría parecer un contra sentido, la práctica de un deporte de alto riesgo puede tener beneficios para la salud?  Sin duda la respuesta es sí.

Practicar ala delta, lo puede hacer cualquiera que tenga un mínimo de condiciones físicas y sobre todo mentales.

El aspecto físico:

A partir de los 16 años y hasta que uno se vea con ánimos, se puede volar en ala delta. La única limitación está en las personas que sufren ataques epilépticos, por razones obvias.
No es necesario tener una fuerte musculatura, si bien es muy aconsejable realizar buenos estiramientos del tren inferior así como cuello y espalda, antes y después del vuelo.
En momentos muy puntuales podemos poner el corazón a prueba, se puede volar realmente muy relajado pero también, en función de las condiciones meteorológicas, podemos tener un vuelo en el que el corazón suba a un ritmo realmente alto, siempre por un espacio corto de tiempo. De esta forma acostumbramos a nuestro cuerpo a todo tipo de exigencias.

El aspecto mental:

Para mí el más importante y con mucha diferencia al físico. Querer es poder. Conseguir el objetivo. Lanzarse al vacío colgado de una cometa por muy fuerte y atlético que uno sea jamás lo conseguirá si no tiene unas cualidades de observación de los elementos atmosféricos, sin una revisión concienzuda del material a emplear, de una concentración mental importante para determinar el momento idóneo del despegue, y sobre todo de prudencia.
Una vez en vuelo el esfuerzo físico no es importante. Lo que más debes emplear el la cabeza, la mente. Constantemente estás haciendo cálculos. Con la altura que tengo podré pasar al otro lado de la montaña, llegaré a la siguiente nube, alcanzaré el siguiente campo para poder aterrizar, éstos y muchos más preguntas te debes hacer en vuelo y por supuesto, obtener las respuestas correctas.

Descarga de adrenalina:

gozando de las maravillas de este deporte
gozando de las maravillas de este deporte

Una sensación de poder y de libertad a la que sigue un cansancio intenso y placentero, que sólo se consigue con una buena descarga de adrenalina.

El neurólogo Nolasc Acarín Tusell, autor de El cerebro del rey (RBA, 2002), recuerda que la adrenalina es una hormona que circula por el organismo y aumenta ante los estados de estrés. Es un recurso del sistema nervioso simpático para ayudar al cuerpo a adaptarse a una situación nueva, desconocida. “Ante un estímulo exterior poco controlado, el individuo se pone en guardia. La adrenalina varía la frecuencia respiratoria y cardiaca, llega más sangre al cerebro, los músculos se tensan, las pupilas se dilatan y la visión se agudiza. Esta sustancia nos permite mantener un estado de atención sin cansarnos y tomar decisiones rápidas. Es el mismo mecanismo que se ponía en marcha hace miles de años cuando nuestros ancestros se cruzaban con una fiera en medio de un bosque y debían decidir inmediatamente si atacaban o huían”.
La situación de peligro produce una descarga de adrenalina que también se acompaña con un aumento de las endorfinas, a veces llamadas las hormonas del placer, responsables del bienestar que llega tras la tensión. El doctor Acarín resume que los efectos psicológicos de una descarga de adrenalina son “euforia, alegría y la sensación de ser el rey del mambo”. “Te sientes potente -otra cosa es que lo seas-, crees que eres el dueño, que puedes elegir entre el bien y el mal”.
En definitiva si eres capaz de volar en ala delta no solamente significará
que estarás en buenas condiciones físicas si no también mentales.
Recuerda aquello de “mens sana incorpore sano”.
Fco. Igualada
Instructor ala delta
Tel: 655 766 443
p.igua@ono.com