Lactancia materna, lo mejor para el bebé

lactancia01La lactancia materna es muy importante para la salud y posterior desarrolló del bebé. Ningún compuesto láctico puede compararse con el valor nutritivo, virtudes y beneficios para el niño como  la leche de su propia madre, siempre y cuando esta no padezca  alguna dolencia o incompatibilidad. La higiene de los pezones y una dieta adecuada son cuidados básicos que debe tener la madre lactante.

– Se considera beneficiosa en la prevención del cáncer de mama.
La frecuencia de dar el pecho al niño dependerá de lo prescrito por el ginecólogo y las necesidades del bebé, que son variables en cada caso concreto.

Es conveniente iniciar la lactancia natural con un intervalo de media hora a dos horas, en las primeras seis semanas posteriores al parto. Lo habitual suelen ser diez o quince minutos por cada seno.

La higiene de los pezones es básica para un buen suministro. Han de esterilizarse con agua hervida antes y después del alimento. A veces, la profusión de leche materna aumenta mucho, lo que aconseja un vendaje oclusivo o cierto tratamiento específico sobre la zona.

En algunas ocasiones se produce un goteo espontáneo del pezón minutos antes de amamantar al niño. Es un acto reflejo que suele presentar al principio de las tomas, o en el seno contrario al que en ese momento se está utilizando. No reviste importancia y desparece con la relajación de la madre, buen descanso, ingesta de muchos líquidos, ambiente tranquilo y ausencia de estrés.

EL ESPECIAL VÍNCULO ENTRE MADRE E HIJO.

lactancia03En caso de alergias o excoriaciones en los pezones, el médico recetará la terapia más adecuada. De lo contrario, la madre debe renunciar a dar el pecho a su bebé y hoy día existen multitud de preparados excelentes, aunque no tan buenos para la salud del niño incluso, según algunos expertos, para el posterior desarrollo psíquico del recién nacido.

La relación entre madre e hijo en su primera toma de alimento recién estrenada su vida crea un vínculo especialmente fuerte entre ambos.

La dieta es también importante. Mientras se es madre lactante no son  recomendables alimentos como las coles, la sal, ahumados, demasiados condimentos y exceso de café, tabaco o alcohol.

Es necesario beber mucho líquido, sobre todo agua, zumos de fruta e infusiones. Es falso que algunos sucedáneos como la malta o la cebada aumenten la cantidad y calidad de la leche materna.

Cada bebé es diferente, por lo que el médico prescribirá las tomas adecuadas, sin compararlo con otros.

A pesar de las molestias producidas por el mordisco hacia el pezón, la madre debe sentirse relajada y colocar al bebé en posición sentado, como manera más fácil de absorber el alimento.

Esta lactancia natural es económica, segura y suele durar normalmente hasta las ocho primeras semanas. Después, el especialista decidirá la nutrición correcta, en función de las características y desarrollo de la criatura.

La mayoría de los expertos considera que este método es beneficioso en la prevención del cáncer de mama, uno de los más numerosos en las mujeres. El aumento y tensión de las mamas durante la lactancia es un síntoma habitual, que no entraña riesgos y desparece al finalizar el proceso.

Los medicamentos que consuma la madre se transfieren a su leche, por lo que preciso vigilar la ingesta de los que no sean esenciales, previa consulta al médico.
En definitiva, la leche materna es el mejor alimento natural y nutricional para la salud física y anímica del niño recién nacido.
Texto: Pilar Ferrer.