Gloria Fuertes. La poesía debe ser obligatoria.

Autor:

Autores: Pilar Morte, Josefa Agüera Sánchez, Armilo Brotón.

Este artículo está dedicado a nuestra querida compañera Roxane Aristy (ERA), con un abrazo

Gloria Fuertes, por Pilar Morte.

Gloria dijo: un niño con un libro de poesía en las manos nunca tendrá de mayor un arma en ellas.

Así era Gloria: pacifista, siempre en contra de las guerras, solidaria, con gran empatía por el dolor ajeno, capaz de transmitir emociones muy humanas y llegar a todo tipo de lectores. Al mismo tiempo era divertida, espontánea, tierna, sencilla y con su característica forma de hablar tan amigable.

Nació el 28 de julio de 1917 en Madrid. Dada la escasez de medios de su familia ella se recordaba como una niña con zapatos rotos y algo triste porque no tenía muñecas. Comenzó a trabajar muy pronto y a los 14 años se matriculó en el Instituto de Educación profesional de la mujer. Más tarde estudió Gramática y Literatura. Escribe sus primeros versos a los 14 años y publica el poema Niñez, Juventud, Vejez. A los 17 años escribe su primer libro de poemas con el título de“Isla ignorada” y desde entonces centra su actividad en la poesía. Recibe diferentes premios y cuando obtiene la Beca March se dedica enteramente a la literatura. Colabora en programas infantiles de TVE como Un globo, dos globos, tres globos, y La cometa blanca. Eso la convierte en la poeta de los niños. Los que tuvimos la suerte de disfrutar de su etapa televisiva pasamos unos momentos deliciosos con su presencia y su voz tan especial. Escribió igualmente para mayores, tanto poesía como cuentos. En 1987 fue nombrada Dama de la Paz y posteriormente Socia de Honor de UNICEF.

Falleció el 27 de noviembre de 1998 tras una dilatada y profunda vida. Amó, vivió en el más extenso sentido de la palabra. Así reza en su lápida:

Poeta de guardia (1917-1998)

Ya creo que lo he dicho todo

Y que ya todo lo amé

El presente año se celebra el centenario de su nacimiento. Será su Año, protagonista de multitud de actos coordinados por la Fundación que lleva su nombre y en el que colaborarán distintas instituciones públicas y privadas.

Gracias, Gloria, por ser mujer de raza y hacernos pasar esos entrañables momentos cuando recitabas tus versos con ese lenguaje sencillo que simulaba tu hablar cotidiano.

Gracias por llevar la poesía a la calle, por hacer la delicia con tus cuentos.

Descansa allí donde permanezca tu espíritu. En nosotros sigues viva con el recuerdo de tu presencia y tu obra.

Pilar Morte

 

La poesía debe ser obligatoria, por Pepa Agüera Sánchez.

Gloria Fuertes nació pobre, en el Madrid de principios del siglo veinte, la menor de una familia numerosa. Su padre, portero y su madre, costurera y sirvienta, no entendían ese interés de su hija por las letras, cosa poco habitual en una niña, en un ambiente y en una época que no eran las más propicias para tales menesteres, así que le intentaron facilitar el futuro matriculándola en el instituto de educación Profesional de la Mujer, donde le enseñaron lo necesario para ganarse la vida, cosa que fue pronto necesaria, cuando perdió a su madre a los 16 años. Un año más tarde escribe su primer libro “Isla Ignorada”. Ese fue el principio de una larga y prolífica carrera literaria que sería muy largo y engorroso detallar aquí.

La poesía de Gloria Fuertes habita en el imaginario colectivo de un par de generaciones que crecieron contando globos o echando a volar cometas blancas. Pero sería muy reduccionista hablar sólo de la parte más popular y conocida de su creación literaria, aunque esta sea tan extensa y conocida -la dedicada a los niños- cuando existe una amplia creación poética de una gran calidad lírica, reconocida por grandes figuras contemporáneas, como Cela, Caballero Banal, Carlos Edmundo de Ory, batiéndose el cobre con gigantes de la talla de José Hierro, Blas de Otero, Celaya, Bousoño y otros. La poesía “adulta” de Gloria es cercana, casi coloquial, imaginativa, llena de expresiones y juegos de palabra ingeniosos y al mismo tiempo con una inmensa fuerza trasmisora. Trata los temas que nos inquietan con una especial carga de humor y una sensibilidad poco común. Aborda, en una época en la que aún no estaba de moda, la ecología, el feminismo y el pacifismo. No disimula sus creencias, aunque trae a Dios a la tierra y lo acerca al mundo cotidiano. La soledad, el amor, la muerte, la guerra, el dolor, la injusticia social, están presentes en su obra, que, no obstante, desborda optimismo no exento de una cierta ironía. Si alguien quiere conocerla solo tiene que leer su poesía, pues como ella misma dijo: “esto no es un libro, esto es una mujer”

Josefa Agüera Sánchez

 

Fuertes, por Armilo Brotón

Tu revolución es la mía

¿Quién dijo que la vida es del que admite
silenciarse o buscar un asidero?
Si no grito de rabia en mi agujero
resbalo la ocasión hasta el desquite.

Desde el fondo, sin pánico al envite,
tiempla una voz de mirlo en el albero:
no hay memoria posible en el tintero
de quien sabe que todo se repite.

Dudar es despreñarse de misiones.
La angustia una querencia de poeta,
el tremor de una barda escurridiza
que cosía la piel en sus canciones.
La Gloria eres tú, mujer inquieta,
en cuyos versos todo se humaniza.

 

Armilo Brotón

 

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